Publicado el 27 de junio de 2020

Cuando se trata de nuestro sistema inmunológico y de lo fuerte que puede ser o no nuestra inmunidad, la mayoría somos conscientes de que podemos apoyar un sistema inmunológico saludable comiendo más de las cosas correctas (frutas y verduras) y menos de las cosas no tan correctas (alimentos fritos y procesados con alto contenido de grasa, sal y azúcar).

Pero cuando se trata de saber qué es realmente el sistema inmunitario, o incluso dónde se encuentra, la mayoría de nosotros nos quedamos sin saber. Así que estamos aquí para ponerle remedio.

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¿Qué es el sistema inmunitario?

El sistema inmunitario es un sistema complejo, formado por muchos elementos diferentes. Es un sistema de células, moléculas, tejidos y órganos que se extienden por todo el cuerpo, y cada parte, por pequeña que sea, tiene un papel crucial que desempeñar para ayudar a mantenernos sanos.

Hay dos “ramas” del sistema inmunitario: el sistema inmunitario innato y el sistema inmunitario adaptativo. Funcionan de forma sincronizada para ayudar a defender el cuerpo contra bacterias, hongos y virus patógenos y objetos extraños.

 

El sistema inmunitario innato frente al sistema inmunitario adaptativo

El sistema inmunitario innato es nuestra defensa de “buscar y destruir”, que trabaja silenciosamente de forma continua para encontrar patógenos y objetos extraños que no corresponden, y hacer todo lo posible para destruirlos antes de que nos enfermen.

El sistema inmunitario adaptativo es más bien un banco de memoria silencioso que recuerda todos los agentes patógenos y causantes de enfermedades con los que entramos en contacto, los reconoce si volvemos a entrar en contacto con ellos y envía señales al sistema inmunitario innato para que los destruya.

 

Los diferentes elementos del sistema inmunitario

Así que volvamos a la compleja disposición de células, moléculas, tejidos y órganos que conforman ambas ramas del sistema inmunitario. Cada una de ellas tiene una función específica y, sin ella, seríamos más susceptibles de padecer enfermedades y dolencias.

Las células del sistema inmunitario son principalmente diferentes tipos de glóbulos blancos. Cada uno de ellos ayuda al sistema inmunitario a identificar, recordar y destruir los agentes patógenos, o ayuda a señalar a otras partes del sistema inmunitario que hay un peligro que requiere atención. Estas células incluyen las células B, las células T asesinas, los macrófagos y las células auxiliares CD4.

Cuando las células inmunitarias señalan que hay un patógeno invasor, el ataque inmunitario resultante procede de unas moléculas del sistema inmunitario llamadas anticuerpos. Creamos anticuerpos contra un patógeno, por ejemplo una cepa de gripe, de modo que cuando volvemos a entrar en contacto con esa misma cepa, la combatimos utilizando estos anticuerpos.

Otras moléculas del sistema inmunitario se llaman citoquinas. Durante una respuesta inmunitaria se liberan citoquinas que actúan como mensajeros químicos entre las células, los tejidos y los órganos para ayudar a “supervisar” la respuesta inmunitaria.

Los tejidos y órganos del sistema inmunitario incluyen partes más tangibles del cuerpo, como el apéndice, el bazo, la médula ósea y los ganglios linfáticos. Ayudan a producir las células y moléculas que necesita el sistema inmunitario.

Por último, la mayor parte de este complejo sistema es la piel, nuestro mayor órgano. La piel actúa como barrera física contra los agentes patógenos y los daños en el interior del cuerpo.

 

Mantener fuerte el sistema inmunitario

Mientras nos dedicamos a nuestras actividades cotidianas, nuestro sistema inmunitario se esfuerza por defendernos. Puede debilitarse a causa de una enfermedad, ciertos medicamentos, estar inmunodeprimido o padecer una enfermedad autoinmune.

Pero, en general, se puede reforzar comiendo bien, haciendo ejercicio regularmente, durmiendo lo suficiente y evitando el estrés en la medida de lo posible.

En estos tiempos de prueba que vivimos bajo la nube del coronavirus, nunca ha sido más importante cuidar la salud de nuestro sistema inmunitario, así que asegúrate de tener en cuenta la tuya.

 


 

Escrito por Hannah De Gruchy

Escritor de Salud, Bienestar y Medio Ambiente | Biología Humana BSc (Hons)

Tengo un amplio conocimiento de los temas relacionados con la dieta, la salud y el bienestar y produzco constantemente contenidos de alta calidad y totalmente investigados para blogs, artículos y reportajes.

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