Publicado el 1 de junio de 2021

Los alimentos que ingerimos son fundamentales para nuestra salud, ya que proporcionan los elementos básicos de nuestro cuerpo. Éste es tremendamente versátil y hará todo lo que pueda con lo que se le dé, pero una dieta inadecuada acabará por alcanzarnos y nuestra salud empezará a resentirse.

Los alimentos poco saludables tienen un cierto control sobre nuestra psique gracias a las realidades de la vida de nuestros antepasados. La escasez de alimentos y las hambrunas fueron una amenaza siempre presente durante gran parte de la historia, por lo que evolucionamos con una profunda atracción por los alimentos densos en calorías y ricos en energía, como la fruta dulce y las carnes grasas.

Comer todo lo que podíamos de estos alimentos cuando estaban disponibles significaba que podíamos acumular reservas para esos momentos inevitables en los que la comida escaseaba. La evolución es lenta y, por ello, todos seguimos sintiéndonos atraídos por los alimentos deliciosamente grasos y azucarados que acumulan kilos.

Pero un plato de comida más sano da sus frutos. Comer de forma más saludable hará:

  • Reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas
  • Reducir el riesgo de cáncer
  • Reducir el riesgo de diabetes
  • Reduzca su presión arterial
  • Reduzca sus niveles de colesterol
  • Mejora tu salud digestiva
  • Ayuda a perder peso

…y esa no es en absoluto una lista exhaustiva. Una dieta saludable se ha relacionado incluso con mejoras en el estado de ánimo y la memoria, y aunque pueda parecer inesperado, tiene mucho sentido. Después de todo, el cerebro es el órgano más grande del cuerpo.

Según la Heart and Stroke Foundation, hasta el 80% de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares podrían evitarse eligiendo los alimentos adecuados y haciendo suficiente ejercicio.

 

Elegir bien

Si quieres comer más sano cada día, hazte con lo siguiente la próxima vez que hagas la compra de alimentos:

 

Frutas y verduras frescas

Esto no será una novedad para mucha gente, pero la fruta y la verdura están repletas de nutrientes que mejoran la salud: vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Estos últimos contrarrestan el daño celular asociado al envejecimiento y a las enfermedades.

Las buenas intenciones son una cosa, pero ¿cómo comer más en realidad? Acostúmbrese a llenar la mitad de su plato con verduras en cada comida y tenga siempre a mano fruta para picar si tiene hambre.

 

Granos enteros

Los granos no refinados del pan integral, el arroz, las galletas saladas y la pasta integral y otros alimentos similares tienen un alto contenido en fibra, vitaminas del grupo B e incluso proteínas que favorecen la salud. Como estos alimentos tardan en ser digeridos, te sentirás lleno durante más tiempo y tendrás menos ganas de excederte.

 

Alimentos ricos en proteínas

La proteína es un importante bloque de construcción del cuerpo y un constituyente clave de nuestros huesos, dientes y músculos. Las proteínas de alta calidad pueden encontrarse en:

  • Pescado y marisco
  • Carnes magras
  • Huevos
  • Queso
  • Leche y yogur (preferiblemente bajos en grasa y sin azúcar)

En las comidas, procura llenar alrededor de un cuarto del plato con proteínas.

 

Agua

Prioriza el agua sobre cualquier otra bebida. La hidratación es esencial para la salud, pero -en contra de la creencia popular- no hay una cantidad fija de agua que debas beber cada día. Bebe cuando tengas sed.

Mientras tanto, reduce el consumo de:

 

 

Bebidas azucaradas

Hay una gran cantidad de bebidas azucaradas disponibles hoy en día, pero la mayoría de la gente se sorprendería de la cantidad de azúcar que se añade a los refrescos de cola y a las golosinas azucaradas de las cafeterías disponibles en cada esquina y en los estantes del supermercado. No necesitas esas calorías. Hazle un favor a tu cuerpo -y a tu cintura- y mantén las bebidas azucaradas al mínimo.

Recuerda que el zumo de fruta -incluso el 100% puro- no es tan saludable como parece. Aunque ofrece algunas vitaminas y fibra, también tiene un alto contenido de azúcar, aunque el azúcar de la fruta sin procesar o fructosa. Así que no te pases.

 

Alimentos procesados y rápidos

Los alimentos procesados disponibles en todos los supermercados, fáciles de conseguir y muy convenientes, son casi siempre bajos en nutrientes para la salud, pero ricos en grasas, azúcares y sal en exceso. Estos elementos se añaden para satisfacer los instintos más arraigados y hacer que estos alimentos cuestionables sean más apetecibles. Las comidas rápidas grasientas también están hechas para capitalizar los mismos impulsos difíciles de resistir.

Mantenga los productos rápidos y procesados al mínimo. Un capricho ocasional está bien, pero no debe ser una compra habitual. Haz que los alimentos frescos sean los predeterminados.

Cocinar en casa alimentos buenos y no procesados es más barato, más sano y, en definitiva, mucho más satisfactorio, porque ya no consumirá las calorías vacías del azúcar y la grasa. También será muy útil para quien quiera perder algunos kilos.

Por qué no crear un plan de comidas semanal, con un repertorio de comidas fáciles de hacer pero variadas y elaboradas con la mayor cantidad posible de alimentos frescos? Un Test nutricional basado en el ADNes una buena manera de empezar. Recibirás un plan de nutrición totalmente personalizado que podrás seguir para asegurarte de que comes alimentos sabrosos y saludables cada día.