Muchas mujeres esperan esta transición en sus vidas con miedo y temor a lo que le ocurrirá a sus cuerpos, e incluso a sus mentes. Las mujeres no pueden evitarlo cuando cesan los ciclos menstruales naturales, pero los síntomas y efectos pueden variar considerablemente. Se considera que se está en la menopausia una vez que la menstruación ha cesado durante 12 meses. La menopausia no tiene un comienzo ni un final definidos: los síntomas pueden durar unos meses, pero también continuar durante varios años, lo que hace que sea una época difícil de superar.

Una dieta bien pensada puede ayudarle a superar esta etapa potencialmente difícil de su vida, por lo que siempre vale la pena intentar cambiar el patrón de lo que consume. Sin embargo, no existe una “cura para todo” durante esta transición, sino simplemente un alivio de algunos de los síntomas más molestos o incómodos.

Durante la época de la menopausia, la disminución de la hormona estrógeno puede sumir a su cuerpo en el caos, ya que sus patrones normales se verán alterados y tendrán un gran impacto en su metabolismo. Hay que decir que algunas sufren más que otras, pero un factor relativamente común de la disminución de los estrógenos puede ser el aumento de peso, que debe abordarse para prevenir otras enfermedades graves. Otros problemas son la disminución de la densidad ósea, la posible hipertensión arterial, los posibles problemas cardíacos, la falta de sueño, el mayor riesgo de cáncer de mama y los sofocos. Sin embargo, muchas mujeres no experimentan ninguno de estos problemas y atraviesan la menopausia y la vida posterior sin problemas. Sólo hay que tener en cuenta que algunos de ellos pueden producirse y causar molestias o estrés.

La menopausia precoz es menos frecuente pero no imposible antes de los 45 años. Si tiene mala suerte y le sobreviene una menopausia precoz, la dieta a partir de ese momento será aún más importante, ya que sentirá que aún está en la flor de la vida.

 

¿Qué alimentos debo comer y cómo aliviarán los síntomas de la menopausia?

Si analizamos los posibles problemas y síntomas, entonces es más fácil ver qué alimentos pueden ayudarte. Si no tiene problemas de salud en otros aspectos, pruebe estas adiciones/cambios. Si tiene problemas de salud, debe consultar a su médico para asegurarse de que los cambios no afectarán a las enfermedades existentes.

  1. Salud – experimentada por muchas mujeres y puede ser bastante angustiosa, especialmente para la mujer trabajadora si le causa vergüenza en el lugar de trabajo. Es una sensación que se produce rápidamente, puede causar un “rubor” rojo y un poco de transpiración. Las encuestas han demostrado que un plato de comida saludable que contenga muchas verduras, fruta, fibra y soja puede disminuir el efecto de estos sofocos. También hay pruebas de estudios que indican que una dieta rica en grasas omega-3 podría disminuir la gravedad de los sofocos y los sudores nocturnos. Las grasas omega-3 están presentes en el pescado azul y en algunas semillas, como las de lino, chía y cáñamo.
  2. Densidad ósea – un problema más alarmante ya que puede causar daños en la estructura del esqueleto y debilidad que puede provocar roturas y caídas con facilidad. Los productos lácteos (tanto los de contenido proteico animal como los lácteos) consumidos tanto antes de la menopausia como durante la misma, deberían contribuir a aliviar este problema. La leche, el queso y el yogur contienen vitaminas D & amp; K, calcio, magnesio, fósforo y potasio que se sabe que son esenciales en el crecimiento saludable de los huesos.
  3. Insomnio – Una vez más, el consumo de lácteos también puede mejorar la calidad del sueño. Un aminoácido llamado glicina que se encuentra en la leche y el queso parece acentuar un sueño mucho más profundo en aquellas personas que se encuentran en el periodo de la menopausia.
  4. Hipertensión (presión arterial alta) Además de otros muchos beneficios para la salud, las bayas de color rojo y azul (en otras palabras, las bayas oscuras) resultan ser una parte importante de cualquier dieta. En un estudio controlado, una dieta con bayas oscuras durante un periodo de 8 semanas redujo la presión arterial. Las fresas, las frambuesas, los arándanos, las moras y las grosellas negras son, sin duda, las más adecuadas, ya sean frescas, congeladas o liofilizadas.
  5. Deshidratación. A menudo la sed aumenta durante la menopausia y la postmenopausia. Lo mejor es comprobar que no está causada por otra enfermedad, como la diabetes. En cualquier caso, beber mucha agua limpia mejorará los flujos y asegurará que todo el aporte de nutrientes sea transportado a través de la sangre a las células y órganos.

 

Comiendo muchos alimentos ricos en proteínas, ¿es correcto?

Cualquier mujer que atraviese la menopausia debería beneficiarse de los alimentos ricos en proteínas para mantener la masa muscular y la estructura ósea. Una vez más, cualquier cambio en la dieta debe ser consultado con su médico. Las proteínas pueden proceder de la carne, el pescado, los productos lácteos o las legumbres, pero en caso de carencia, puede completarlas con un suplemento como un polvo de proteínas para utilizar en batidos o licuados.

Resumen

No hay duda de que ciertos alimentos pueden ser beneficiosos para quienes sufren la menopausia, pero antes de considerar cambios en la dieta o la TRH (terapia hormonal sustitutiva) es muy recomendable hablar con su médico. Éste puede sugerirle un nutricionista o dietista que estará en mejores condiciones de responder a sus preguntas y sugerirle una terapia nutricional natural antes de recurrir a una terapia basada en medicamentos. Es muy posible que este sea un buen plan de acción y que sirva para resolver cualquier problema de la menopausia. Sin embargo, es necesario comprobar periódicamente la evolución para evitar problemas graves.